Detrás de cada medalla que se cuelga en el cuello de un atleta, un estudiante o un empleado destacado, hay un proceso meticuloso que transforma una idea en un objeto tangible de triunfo. En Trofeos Martínez, la creación de cada medalla es un verdadero arte en miniatura, donde el diseño, la calidad y la precisión se unen para producir una pieza memorable. Si alguna vez te has preguntado cómo las medallas pasan de ser un simple concepto a un premio listo para ser entregado, aquí te lo explicamos.
1. Del diseño a la realidad: La primera chispa
Todo comienza con el diseño. Nuestro equipo trabaja de cerca con el cliente para entender la visión de su evento. Ya sea que nos traigan un boceto, un logotipo o una idea general, el objetivo es capturar la esencia de la ocasión. Se crea un modelo digital en 2D o 3D que permite al cliente visualizar cada detalle, desde el relieve de las figuras hasta la tipografía del grabado. Esta etapa es crucial, ya que el diseño final será la base para el resto del proceso.
2. La precisión del molde: El corazón de la producción
Una vez que el diseño es aprobado, se crea un molde. En este paso, la precisión es fundamental. Se utilizan máquinas de alta tecnología para tallar el diseño en un bloque de acero, creando un molde maestro con el relieve exacto de la medalla. Este molde es el que se utilizará para producir todas las réplicas. El detalle y la nitidez del molde son lo que aseguran que el diseño de la medalla final sea nítido y de alta calidad.
3. La fundición o el estampado: Dando forma a la medalla
Con el molde listo, el proceso de producción puede seguir dos caminos principales, dependiendo del material y el diseño de la medalla:
- Fundición de zamak: Para diseños con relieves más complejos o cortes internos, se utiliza la técnica de fundición por inyección. Una aleación de zinc, aluminio, magnesio y cobre (zamak) se funde y se inyecta en el molde. El material se enfría y solidifica, adoptando la forma del diseño con una precisión asombrosa.
- Estampado: Para medallas más sencillas y planas, se utiliza una técnica de estampado. Una prensa de alta potencia golpea una lámina de metal contra el molde, creando la forma y el relieve en la medalla.
4. Los acabados finales: El toque de brillo
Después de la fundición o el estampado, las medallas pasan por una serie de procesos para su acabado. Se lijan y pulen para eliminar cualquier imperfección, asegurando una superficie lisa y uniforme. Luego, se les aplica el baño de color (oro, plata, bronce, cobre, etc.) para darles su brillo característico. Este paso es lo que hace que cada medalla luzca como una joya.
Finalmente, se realizan los grabados personalizados con láser o diamante para añadir los nombres, fechas y mensajes que hacen que cada medalla sea única. Se les coloca el cordón o la cinta, y las medallas están listas para ser el centro de atención en tu próximo evento.
En Trofeos Martínez, cada medalla es un testimonio de la dedicación y el compromiso, tanto en su fabricación como en el logro que representa. Es un recordatorio de que los grandes logros se construyen con atención al detalle, desde el diseño más pequeño hasta la victoria más grande.